En Twitter circuló el anuncio de un edificio que solicitaba a los inquilinos de cierto departamento (que cogen como hienas drogadas) tener más respeto por los demás a la hora de tener sexo. A partir de las palabras “hienas drogadas” improvisé este collage en el que dos hembras gozan de un 69 y aúllan para despertar a Nueva York, circa 1930.
Cabe mencionar que el clítoris de la hiena manchada es tan grande como el pene del macho. 

Hienas serán, más hienas enamoradas.